España, un país mediocre
En el año 1492, España estaba en proceso de crear un imperio de grandes dimensiones, lo que supondría ser uno de los países más importantes de la época. Este espíritu iría degradándose hasta el año 1898, en el que las últimas colonias que quedaban en España se independizarían y constituirían un desánimo generalizado y un sentimiento de tristeza y mediocridad. Tras estos acontecimientos, los españoles nos hemos ido acostumbrando a lo ordinario y hemos ido rechazando aquellos cambios que pudiesen suponer una mejoría para el país. Hemos aguantado un sistema corrupto desde 1875 cuando se amañaban las elecciones y se creía que la mejor forma de vida era vivir de la política. A pesar de que hayan pasado alrededor de 150 años, esta forma de vida continúa con la mediocridad por bandera y deja a su vez marchar lo considerado como no mediocre.
Esa sensación se constata al ser un país en el que sus habitantes dedican unos 134 minutos al día frente el televisor. Un país que en 40 años de democracia no ha tenido un sólo presidente del Gobierno que hablase inglés. Un país con una tasa de paro increíble y que no se manifiesta por sus derechos, pero sí por un partido de fútbol. Un país donde el esfuerzo, la dedicación, la brillantez y la excelencia son menospreciadas y miradas con recelo. Un país en el que hay tan poco consenso que se ha reformado 3 veces la ley de educación en los últimos 30 años, provocando un descrédito de sus estudiantes. Un país en el que es más valorado participar en programas como Sálvame o Gran Hermano, y no tanto ser científico, profesor, médico, etc. Un país en el que se premia al mediocre y se aísla la excelencia y se le obliga a emigrar y dejar a su familia. Un país en el que una nueva versión del himno es más comentada por los políticos que la situación que viven las personas desahuciadas y con pocos recursos.
En definitiva, 150 años no son nada en la historia, pero España no logra superar este largo periodo reinado por la mediocridad, y quizás es porque muchos de nosotros no somos capaces de admitir que le damos importancia a cosas que no las tienen, en detrimento de otras mucho más importantes. Mañana mismo, se realiza la primera huelga general de mujeres en el mundo, y se realiza en España. Es un gran paso, en el que los y las feministas queremos reivindicar los derechos de la mujer a nivel global, y alzar la voz tanto al Gobierno, por la brecha salarial, como al resto del mundo, gritando fuerte para demostrar que todas las personas tenemos los mismos derechos, sin excepción por sexo, raza o religión.
Sinceramente, es una gran oportunidad, no solo para alcanzar la igualdad, sino también para que España se aleje de esta mediocridad y consiga preocuparse y reivindicar lo verdaderamente importante y brillante.
Diego Alonso Valero 2ºBACH A
Totalmente de acuerdo! Empecemos por cambiar nosotros para cambiar el mundo.
ResponEliminaBien dicho!!
ResponEliminaChe que bó l'article! Impresionant!
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