Nuestra indiferencia hacia la miseria humana

 Vivimos en una sociedad en la que lo único que nos importa es el dinero y las cosas materiales. Somos  materialistas, superficiales, y sobretodo frívolos, no nos importa el mal ajeno ni lo que puedan sufrir otras personas. En definitiva somos unos seres egoístas.

 Parece que no nos queremos dar cuenta, pero actualmente en el mundo hay más de mil millones de personas que viven en la pobreza. En el continente más afectado África, viven casi 400 millones de personas en situación de pobreza extrema diaria. Sobreviviendo con 1,25 dólares al día según los datos del Banco Mundial. Esto no solo afecta a la pobreza económica, sino que también a la educación, sanidad y al nivel de vida en general.

La pobreza  provoca la falta de alimentos, lo que lleva a la desnutrición  y  a que las personas sean más vulnerables  a las enfermedades; 121 de cada 1000 niños mueren por esta causa. En Sudáfrica mueren 4,5 millones de niños al año. Cada año, 300.000 niños  soldados fallecen a causa de alguna guerra.

Esto nos ofrece una visión más clara de lo que ocurre en África, donde se producen millones de muertes por situaciones que podrían haber sido evitadas. Sin embargo, preferimos mirar a otro lado y seguir con nuestras vidas, como si nada hubiera pasado. Pensamos que como no nos afecta directamente, no  nos debemos implicar. Implicarnos, sería preocuparnos  sobre otra cosa que no fuera nosotros mismos, claro, y eso requiere mucho esfuerzo.

Por otra parte, en el mundo hay 1645 multimillonarios , de los cuales el más rico, Bill Gates tiene un patrimonio de 81,9 mil millones. Este hecho, a mi parecer,  es indignante al haber tanta pobreza en el mundo. Si esas personas utilizaran su dinero para ayudar a países subdesarrollados , la pobreza que hay en África, sería un problema del pasado, pero como deciden que eso siga así, estamos en el mismo punto. Cada vez hay más gente pobre y más gente rica, enriqueciéndose de la miseria ajena.

África tiene países ricos en recursos naturales como el uranio,oro, diamantes...

 Sin embargo según el Índice de Desarrollo Humano son los menos desarrollados.

La riqueza no llega a la población, sino que se pierde entre los gobiernos africanos,  las élites locales, los señores de la guerra y las multinacionales extranjeras que se aprovechan de la situación de descontrol que hay en el continente para enriquecerse. Pero ellos no son los únicos culpables de la pobreza, también lo son los gobiernos de países desarrollados que miran hacia otro lado, cuando las multinacionales explotan los recursos de los países subdesarrollados. Ignoran la miseria de la población, sin poner medidas ni actuar  para parar la situación de pobreza extrema.

En cierta manera nosotros, también somos culpables de la situación, aunque no seamos gobernantes, ni tengamos el poder necesario para acabar con la pobreza. Debemos darnos cuenta de que aunque veamos la pobreza lejana, ya que,  es más evidente en otros continentes como África, no quiere decir que no exista en nuestro país, incluso en nuestra misma ciudad. Debemos ser más solidarios, aunque sea haciendo pequeños gestos como donar comida o ropa a una ONG. Si cada uno pusiera su granito de arena para ayudar a personas que lo necesitan, tal vez cada vez nos iríamos concienciando más y cambiarían las cosas, pero ese tal vez parece lejano...

                        

                                   Sara Consuegra 2ºBachillerato B