Obsolescencia programada: una técnica para sacarnos dinero

 

La obsolescencia programada, una técnica del sistema capitalista en el que vivimos, es la programación del fin de la vida útil de un producto planificada por el fabricante o por la empresa durante la fase de diseño para quede obsoleto antes del tiempo que debería.

Esta técnica es usada por los grandes empresarios que quieren que compres sus productos y hacen que se estropeen antes de lo debido para que te gastes más dinero en un producto nuevo. Lo que hacen es insertar un chip en los productos para que después de un tiempo determinado o de un número de usos deje de funcionar. La obsolescencia programada es aplicada mayoritariamente en aparatos electrónicos y electrodomésticos. 

Uno de los aparatos más afectados por la obsolescencia programada son las impresoras. Estos aparatos tienen un chip que hace que cuando has impreso un número concreto de hojas deje de funcionar, obligando a su propietario a comprar una nueva. Pero un hacker ruso desarrolló una aplicación que se puede descargar en Internet capaz de desbloquear el chip de la impresora y que siga funcionando hasta que se estropee realmente.

La bombilla de incandescencia es otro producto muy afectado por la obsolescencia programada. A finales del siglo XIX se hicieron bombillas de alta duración. Un ejemplo de estas está en un parque de bomberos de Ohio, Estados Unidos, y lleva encendida ininterrumpidamente desde el año 1901 por lo que tiene 116 años. Pero por los años 20 del siglo XX se creó una ley llamada "ley de las 1.000 horas" por lo que las bombillas y lámparas fabricadas a partir de ese momento no tendrían una duración tan larga porque si no las empresas perderían dinero. Lámparas y bombillas que se crearon a partir de ese momento que superaban las 100.000 horas nunca se llegaron a patentar.

Un último ejemplo es el de las medias de Nylon. Allá en 1940 se creó un tipo de tejido sintético muy innovador que era el Nylon, un tejido irrompible. Se fabricaron medias con ese Nylon y se las dieron a las mujeres de los trabajadores para que las probaran. Eran muy cómodas y muy elásticas y eran muy prácticas porque no se hacían carreras ni agujeros. Entonces los empresarios se dieron cuenta de que venderían nada más un par o dos a cada mujer y no ganarían nada más porque no se les romperian, así que, mediante experimentos químicos hicieron un tipo de Nylon que si que se rompía para que las mujeres siguieran comprando medias y por tanto ellos seguirían ganando dinero.

La cosa es que este negocio es la mayor táctica del capitalismo para que tú te gastes en nuevos aparatos porque están "estropeados" sin que lo estén realmente. Lo único que provoca la obsolescencia programada es que la empresa se lucre a base de engañar a los consumidores.

Pero, ¿cómo podemos combatir la obsolescencia programada? La primera clave para combatir la obsolescencia programada es reciclar los residuos electrónicos, ya que, se pueden usar de nuevo para la construcción de otros aparatos y disminuir el impacto de esta técnica. Otra cosa que se puede hacer es acudir a sitios como el Repair Café de MediaLab en Madrid que es un lugar específico en el que te ayudan a arreglar cosas afectadas por la obsolescencia programada, tanto en aparatos electrónicos como en la ropa. 

Solo con un esfuerzo colectivo conseguiremos acabar con la práctica de esta técnica que para lo único que sirve es para sacarnos más dinero de los bolsillos.

Jose Mustieles Santacreu

2º bachiller A