El oficio de gustar
Son jóvenes e influyentes, arrasan en las redes sociales y han creado un
nuevo oficio con el que más de 20 millones de ellos intentan ganarse la
vida. La mayoría son chicas anónimas que se han hecho populares gracias
a Instagram y una legión de seguidores que viven pendientes de qué
comen, cómo se visten o su último peinado. Parece que ser una Influencer es el trabajo de moda: millones de seguidores y likes en las redes sociales, viajes al paraíso, posados, colaboraciones con las mejores marcas... No obstante, en el programa de cuatro, "Fuera de Cobertura", se mostró la realidad de este trabajo a través de entrevistas a varias de las influencers más renombradas de España.
@galagonzalez |
Fuera de Cobertura acompaña a una de ellas, Lucía Bárcenas, quien asegura que puede llegar a hacerse entre mil y cinco mil fotos al día de las cuales solo llegará a publicar una, esta puede ser o bien para patrocinar a una marca, o bien sólo para mantener el interés diario de su seguidores, ya que, ellos son la base de su negocio. "Hay mucho trabajo detrás de una foto" afirma.
Otra de las entrevistadas fue Gala Gonzalez, ella admitió que puede llegar a ganar entre 800 y 2000 euros por publicación, alrededor de 1.500.000 euros al año; sin embargo, no todo es bonito, todas ellas, aparte de las alabanzas y acogimiento de todos sus seguidores han de sobrellevar toda la cantidad de críticas que se les realiza a través de las redes sociales con buena cara, ya que, los momentos tristes no venden. Además realizan largos viajes separadas de su familias, sufren presión, competitividad...
Un ejemplo muy claro de los problemas que trae este oficio es la muerte de Celia Fuentes, una influencer que se suicidó este setiembre con 27 años. El programa pudo hablar con una de sus mejores amigas, Carmen, que contó su historia. Carmen dijo que Celia mostraba la imagen de una chica joven, guapa y feliz que viajaba por el mundo vistiendo prendas de moda, pero la realidad es otra. Esta chica sufría de depresión, pero no lo contó ni a sus seguidores ni amigos ni a su propia familia. Dicha despresión junto con problemas graves personales que se desconocen provocaron este trágico final.
"Ser influencer no es tan bonito como se pinta, todo esto es una mierda " confesó Carmen.
¿Realmente merece la pena llevar una vida de ensueño sabiendo ahora todo lo que conlleva?
Elena Cortés
Qué triste lo de Celia Fuentes...con toda la vida aun por delante. Las redes sociales no son lo que parecen.
ResponElimina