Entrevista a Julián Alfaro con motivo de su jubilación
He
sido profesor de Física y Química de educación secundaria durante
32 años. He impartido clases en el instituto Rodrigo Botet de
Manises, San Vicente Ferrer de Valencia, Cid Campeador de Valencia,
Clot del Moro de Sagunto y finalmente en el Ramon Llull de Valencia.
En este centro he estado los últimos 9 años y guardo un grato
recuerdo de todos mis compañeros y de casi todos mis alumnos.
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¿Qué motivos o circunstancias le llevaron a tomar la decisión para adentrarse en el mundo de la enseñanza?
Al
acabar mis estudios universitarios estuve un año en la empresa
privada y descontento de las condiciones laborales pensé en las
oposiciones a profesor de instituto.
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¿Por qué escogió la especialidad de Física y Química?
Porque
es la más acorde con mi titulación de Licenciado en Química.
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¿Qué aspectos considera usted que son indispensables para ser docente en la educación?
No
voy a hablar de vocación porque me parece un término demasiado
pretencioso y del que se abusa en exceso, pero sí que creo que es
necesario un cierto entusiasmo por la profesión y la voluntad de
hacerlo lo mejor posible.
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¿Qué recuerdos conserva del primer día como profesor dando una lección delante de todos los alumnos?
Hace
ya demasiado tiempo para recordar con mucha exactitud pero supongo
que estaba bastante nervioso.
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¿Qué opina sobre las nuevas reformas de educación?
La
última reforma propiamente dicha fue la de la LOGSE del año 90. Las
siguientes no han sido más que una sopa de letras que han tratado de
poner parches con más o menos acierto en los enormes agujeros que
tenía aquella. Creo que sería necesaria una nueva Ley Educativa que
estuviese consensuada por la sociedad, con unos objetivos razonables
y que no sirviese a ningunos intereses políticos.
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¿A pesar de ser usted un docente jubilado, qué opina sobre la docencia del presente?
Creo
que la profesión de docente es cada vez menos atractiva. El sistema
educativo ha propiciado que el profesor tenga poca autoridad en
clase, que no se pueda exigir un esfuerzo a los alumnos (ya ni
siquiera deberes en casa), que la disciplina no sea algo importante y
que en su trabajo exista cada vez más burocracia.
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¿Qué ha pensado hacer tras su jubilación?
Sinceramente,
nada en especial.
Por Miguel Pérez Ramírez y María Xiaolan García Frechina de 2º Bachillerato A
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