EL ACOSO ESCOLAR
Día
uno de noviembre de 2016, se pone en funcionamiento el teléfono
contra el acoso escolar. Un teléfono disponible para todo aquel que
esté sufriendo maltrato en las aulas (ya sea psicológico o físico),
o bien lo haya presenciado.
Esto
no es nada nuevo. Llevamos escuchando noticias de este tipo los
últimos años, y la verdad es que con el avance de la tecnología,
la facilidad de criticar a alguien siendo anónimo ha aumentado. El
simple hecho de mandar un mensaje a cualquier persona con un insulto,
puede resultar tan insignificante para la persona que lo envía,como
desagradable para quien lo recibe.
En
la actualidad, entre un 5% y un 10% de niños entre 10 y 16 años
sufren acoso escolar, también llamado “bullying”.
Aunque
no todos somos acosadores, es cierto que muchos de nosotros hemos
presenciado alguna vez alguna situación “violenta” y no nos
hemos atrevido a intervenir. Eso, en cierta manera, es acoso, porque
éste no existiría si no hubiera espectadores.
No
me tengo que ir muy lejos para contaros un ejemplo de acoso escolar,
pues cuando era mas pequeña me apasionaba jugar al fútbol. Lo
jugaba con mis amigos, la gran mayoría chicos, y no había día que
no escuchara algún comentario fuera de tono: “marimacho” o “el
fútbol es para chicos”.
Yo
al principio no le daba mucha importancia, pero todo en abundancia
resulta cansado y aburrido.
Sin
querer ser engreída, realmente pienso que era una buena jugadora y
esto podía causar una “amenaza” a mis propios compañeros de
equipo, que pensaban que una chica no podía ser mejor que ellos.
Como
he dicho antes, cuando comenzaron los comentarios yo no les daba
importancia, hasta que llegó un momento en que dejé de jugar al
fútbol. Esta decisión fue acompañada por una lesión, pero
realmente llevaba bastante tiempo queriendo dejarlo y eso fue el
detonante de mi abandono.
Creo
que mi ejemplo puede servir de ayuda a mucha gente. Mi consejo sería
que no abandonéis lo que os gusta y que luchéis por ello. La lucha contra el acoso
escolar debe tener más apoyo y a eso podemos ayudar todos.
900 018 018
Esther
Ceballos García 2º Bchto
Quizá no sea lo que te sucedió un caso típico de acoso escolar o "Bullying", sino más bien una reacción machista de unos niños que no admiten que puedan ser superados por una niña en un juego cuyo rol ha sido siempre masculino: "Que humillación para el sexo fuerte", tal vez fuera más fácil encasillar esta actitud como violencia de género que como bullying; en cualquier caso tanto una como la otra merecen la desaprobación de todos, sin excepciones.
ResponEliminaTal vez estuvieses confundida con el concepto Esther, pero en cualquier caso hay que agradecerte la valentía de contarlo y la de escribir denunciando actitudes tan antisociales y tan poco solidarias.
El ejemplo, ha sido siempre uno de los mejores métodos de enseñanza. Que tú lo des, desde la revista de tu Instituto, es una de las mejores formas de contribuir a luchar contra este tipo de comportamientos. Ánimo Esther, no desfallezcas, chicos y chicas como tú son los que necesitamos para hacer que este mundo sea un poco más humano.
Gracias.