LOS CUATRO MUNDOS
En un tiempo muy
lejano, ni la Tierra ni el Sol eran tal y como los conocemos ahora…
Imagínense varios mundos, en concreto cuatro, ovalados y conectados
entre sí formando un cuadrado con un espacio en medio al que
llamaban “Pain”. En cada uno de estos mundos habitaban seres algo
diferentes a los actuales.
El primer mundo,
el mundo del Aire más conocido como Aruls, era habitado por seres
ligeros como plumas, dotados por majestuosas alas de un color dorado
tan pálido que parecía plata. Los arulianos poseían un don,
su belleza, pues su fino cuerpecito era de un blanco luminoso cuyos
ojos dorados oscuros destacaban.
En el segundo
mundo, el del Fuego o Fistos, que es como se llama, los habitantes
eran enormes y de color negro como el carbón. Los fistianos,
además de estar dotados de una fuerza descomunal, eran valientes e
intrépidos pues a pocas cosas temían.
En el tercer
mundo, el de la Tierra o Terum, se asentaban seres de todos los
colores, tamaños y formas. Emanaban empatía y amistad allá por
donde pasaban pues la cordialidad era su segundo nombre. También
eran dotados de una gran inteligencia.
En el cuarto y
último mundo, el del Agua o Perlod, convivían pequeñas criaturas,
por lo general, de color azul cielo o rosa pálido, dotadas de unas
habilidades indescriptibles a la hora de utilizar el agua.
Podemos pensar
que su vida era tranquila y que gozaban de una total despreocupación.
Desafortunadamente no era así. Los cuatro mundos estaban
enfrentados. Los jefes de cada uno de ellos deseaban conquistar el
territorio de Pain, puesto que con él conseguirían una mayor
extensión de terreno donde vivir. Las guerras tenían lugar en este
territorio. Los arulianos despistaban a las demás criaturas
con su belleza para luego atacarles sin escrúpulos; los fistianos
hacían uso de su fuerza descomunal y de su alta temperatura
corporal, y los terumianos elaboraban complejas estrategias
mientras que los perlodianos usaban sus grandes habilidades
con el agua.
Las guerras
afectaron a las relaciones de amistad entre los distintos mundos pues
eran obligados a odiarse. Era un periodo de caos y desestabilidad.
Años después,
los habitantes de los mundos, cansados ya de tanto sufrimiento, se
rebelaron contra sus jefes; no querían más guerra, no podían
soportarlo, querían vivir con orden y estabilidad como siempre
habían hecho. A los superiores de estos mundos no les quedó más
remedio que sucumbir a la voluntad de las criaturas.
Ese mismo día,
se dictó el Acuerdo de Paz. A partir de ese momento, Pain sería de
todos y todos serían de Pain. Todos los seres se mudaron a Pain,
llevándose con ellos aire, fuego, tierra y agua, formando así la
atmósfera, la lava, la tierra y el mar que forma el planeta Tierra,
nuestro planeta. Todos los demás mundos desaparecieron excepto
Fitos, al que ahora llamamos Sol.
Con el transcurso
de los años, las generaciones siguientes de estos seres adoptaron
distintas formas pues se adaptaron al nuevo mundo cambiando así su
aspecto. Sin embargo se dice que cada uno de los que conviven hoy en
día en la Tierra tiene un trocito de esas extrañas criaturas del
pasado, ya sea la belleza, la valentía, la capacidad de volar o de
vivir en el agua…
Leyre Melero, 1º Bchto A
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