Vida digital

Vivimos en una era dominada por la tecnología y la comunicación instantánea. En los últimos años el día a día ha ido evolucionando hasta el punto que parece imposible sobrevivir sin estar conectado, y en parte es verdad. El teléfono móvil hace de despertador, de cámara, de mapa y, por supuesto, de teléfono. No hay día que no lo usemos por una u otra razón. Tal es la actual dependencia a los dispositivos móviles que la sociedad ha cambiado con ellos.

No es difícil ver a niños de seis y siete años jugando con los móviles de sus padres, y a niños de nueve y diez años utilizando móviles propios. El problema es que nadie nos ha enseñado a usarlos y somos, por así decirlo, la generación beta, la fase de pruebas. En menos de diez años la tecnología ha evolucionado tan rápido que nos hemos encontrado con una libertad casi ilimitada y no sabemos que hacer con ella. Redes sociales que podrían ser tan útiles como Facebook, Twitter o Instagram son criaderos de gente intentando parecer superiores al resto.

Las redes sociales han cambiado la manera de ver y entender el mundo. Son grandes fuentes de información, donde se puede saber qué pasa en cualquier lugar del mundo a cualquier hora. Pero estas cualidades están desvirtuadas actualmente debido a la supuesta inmunidad que ofrece Internet. Todo el mundo puede no sólo dar su opinión, sino intentar imponerla sobre el resto, y ahí radica uno de los grandes problemas de la actualidad. La facilidad para crear conflictos e incluso inventárselos. Aunque, en contadas ocasiones, también sirve para solucionarlos.

Pero los problemas online no se quedan en la red, también afectan al "mundo real". No sólo hablamos de conflictos entre parejas o fotos que nunca deberían haber sido tomadas. Las redes sociales fomentan, debido a sus propios usuarios, una competitividad absurda e incluso peligrosa. Todo el mundo busca la mejor foto, parece que si algo no está en la red es que no existe. Hemos dejado de vivir por nosotros mismos para vivir para los demás.

En conclusión, la tecnología puede ser un arma muy poderosa o una herramienta muy útil, es nuestra decisión como queremos usarla.

Joan Dolz Mensua

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