Cierre de Guantánamo, una falsa promesa.

La cárcel militar que Estados Unidos situó en la bahía de Guantánamo (Cuba) cumple 15 años desde que su creación fue propuesta (dos días después del 11 de septiembre de 2001), y autorizada con la llegada de 158 supuestos terroristas el 11 de enero de 2002. George W. Bush prometió su cierre en 2008 y dos años después, lo prometería Barack Obama. Hoy en día sigue abierta con un total de 61 reclusos -ha llegado a albergar 800 presos- y no parece que vaya a cerrar en un futuro próximo. El 86% de los reclusos fueron detenidos por las autoridades afganas y pakistaníes, y entregados a los EE. UU. a cambio de recompensas.

Aunque EE. UU. argumenta que estos prisioneros recibieron desde el principio un "trato humanitario", no es eso lo que afirman las Naciones Unidas, las cuales nombran múltiples violaciones de los derechos humanos. Además, según la Amnistía Internacional hasta 17 de los prisioneros habrían llegado a ser menores de edad y años después EE. UU. confirmó que 12 reclusos lo eran y uno de ellos se suicidó. Esto nos lleva al alto índice de muertes no naturales que se produjeron desde 2003 hasta nuestros días, siendo la mayoría suicidios de ahorcamientos con las sábanas de sus camas.

El prisionero Mohamedou Ould Slahi (cuyos vínculos con Al-Qaeda no han sido demostrados y hasta 2016 no fue liberado) cuenta sus memorias en forma de diario. Dicho diaro fue publicado en 2015 (Diario de Guantánamo), y narra cómo fue detenido y llevado a Guantánamo. Además denuncia el aislamiento que sufrían presos como él y torturas tales como sometimientos a temperaturas extremas cuando estaban desnudos. Incluso sufrían golpes, humillaciones sexuales y eran obligados a mantenerse de pie y estar despiertos durante días, incluyendo simulacros de ejecuciones propias o familiares. 

También habla de cómo una vez ocurrido el 11S, aviones estadounidenses sobrevolaban tierras musulmanas y lanzaban papeles donde prometían altas recompensas a quienes revelaran a las autoridades nombres de posibles terroristas. 

Según M. Slahi, lo único que consiguió EE. UU. fue la denuncia en masa de vecinos que, debido a su pobreza, necesitaban ese dinero, a cambio de buscar y poner nombre a una serie de culpables de manera inmediata para así "tranquilizar" al pueblo norteamericano. Esto y mucho más,  hace que este diario llegara a ser un betseller del 2015, aunque EE. UU. censurara un gran número de revelaciones.

Si anteriormente existía una mínima esperanza de que este campo de prisioneros fuese cerrado, hoy en día, se ha disipado totalmente con la llegada de Donald Trump a la presidencia estadounidense,

debido a, su anuncio de prometer su mantenimiento y ampliación, llenando Guantánamo de como él califica "tipos malos".

Paula Candel Elorriaga 2ºBachillerato.