REVÁLIDA
Y DESINFORMACIÓN
Todo
empieza el 9 de diciembre de 2013, cuando se aprueba la Ley Orgánica
para la "Mejora" de la Calidad educativa, más conocida
como LOMCE. Huelgas, manifestaciones y quejas dan una calurosa
bienvenida a este cambio. Sin obtener respuesta por parte del tan
democrático gobierno de España al evidente descontento popular, los
estudiantes, como siempre, pasamos a un segundo plano que ve pasar
los años hasta el día de hoy.
Con
casi dos meses de clases
por detrás, la llamada "generación perdida" seguimos
sin absolutamente ninguna información
sobre la supuesta reválida a
la que nos deberemos enfrentar al acabar el curso. Bueno, algo sí
sabemos: ésta será la prueba que determine nuestra nota de corte
para acceder (o no) a la universidad; en resumen: nuestro futuro.
¿Cómo no vamos a estar perdidos?
Con
casi dos meses de clase por detrás y el primer año de bachillerato
cursado, seguimos
escuchando
comentarios
como
“se rumorea que...” “en
el periódico han dicho que...”
“tampoco os fiéis
demasiado porque...”
“no sé ni qué enseñaros”. Nos
ha llegado
tanta información falsa que,
por no saber, no sabemos ni qué asignaturas deberíamos ir
preparando si queremos sacar una nota decente. Excepto filosofía,
esa sí que la tenemos clara: disponemos
de
menos de un curso (y no cualquier curso) para estudiarnos
por nuestra cuenta una materia que, cuando la dimos, no sabíamos que
tendría
carácter obligatorio en la reválida (o lo que sea).
Con
casi dos meses de clases por detrás, el presidente del gobierno
declaró lo siguiente el pasado jueves
27
de octubre:
«Vamos
a abordar la suspensión
de los efectos académicos de
las evaluaciones de finales de la ESO y del Bachillerato hasta que
concluyamos el pacto por la educación» y «hasta ese momento la
evaluación final del Bachillerato (..) no será necesaria para
adquirir el título y tendrá valor únicamente para acceder a la
universidad».
¿Qué
significa “hasta que concluyamos el pacto por la educación”? ¿Es
que no hemos esperado ya bastante? Creo que ni tan siquiera él se ha
enterado de que sus palabras no son objeto de consuelo y menos cuando
no nos está diciendo nada nuevo. Ni nuestro presidente sabe qué
medidas
tiene que tomar para
arreglar esta situación. Grandioso.
Con
casi dos meses de clase por detrás, el
sistema español sigue adoptando esa actitud suya tan habitual al más
puro estilo carpe
diem,
que del futuro ya se ocuparán otros.
Con
casi
dos meses de clase por detrás, seguimos teniendo la necesidad de
manifestarnos para reclamar nuestros derechos.
No
creo que sea tan difícil de entender; es lógico que queramos saber
qué va a ser de nosotros de aquí a siete meses. No estamos pidiendo
otra cosa que información y no se me ocurre ninguna otra forma más
clara de decirlo:
Queremos
información.
Begoña
Contell Gonzalo 2ºBach. A
Post a Comment