Crónica de una despedida
Es hora de bajar del tren
Han pasado ya seis
años, ¿quién se iba a imaginar que durante este pequeño
transcurso del tiempo una persona puede hacerse tan grande? Mirando
hacía atrás puedo ver a toda la gente que he conocido, los momentos
que he vivido y, a pesar de que ha habido momentos malos, se
compensan con los buenos.
El instituto ha
sido como un viaje en tren, ha habido varias y diversas ocasiones
para abandonarlo, pero sólo el que está decidido a llegar a su
destino permanece en él, por muy largo que sea el trayecto. Ahora,
ésta es mi parada, es la hora de emprender nuevos caminos, de
empezar nuevas aventuras. Aunque hayamos bajado en la parada que
nos tocaba y cada uno sigamos caminos diferentes para coger nuevos
trenes, siempre recordaré lo divertido que fue el viaje en este
tren.
Venir a la revista fue una actividad extraescolar que empecé hace cinco años y que ahora forma tan parte
de mí como el respirar. Empezó como un medio para subir la nota, pero
cada año que pasaba me importaba menos si me subía o me dejaba de
subir la calificación en lenguas, me dí cuenta que por lo que realmente venía era por los ratos
divertidos que se pasaban, porque, más que un trabajo, era como un juego.
Lamentablemente este juego también se acaba. Me queda el consuelo y el privilegio de escribir con mi despedida la entrada numero 100 de la nueva edición de la revista que hemos empezado este curso. Es todo un
honor, la verdad.
Mi despedida del Llull, junto con la de mi promoción, será el próximo viernes 30 de mayo. Será el día de celebrar nuestra graduación. Pero será otro compañero el que escriba ya la crónica.
A todas y cada una de las personas que han convivido conmigo durante este trayecto, quiero que sepan que los llevaré en mi corazón junto a las numerosas anécdotas para recordar.
A todas y cada una de las personas que han convivido conmigo durante este trayecto, quiero que sepan que los llevaré en mi corazón junto a las numerosas anécdotas para recordar.
Espero que hayáis
disfrutado de mis artículos, queridos ciberlectores, espero,
también, que sigáis leyendo la revista ”L'ull del Llull”. Adiós.
Silvia Serrano, 2ºBachillerato B
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