Mi experiencia del teatro
Por María Xiaolan García Frechina, 3º B.
Desde que tuve la primera noticia de que íbamos a visitar el teatro Rialto sentí una gran curiosidad. Personalmente puedo decir que me apasiona, incluso me emociona, asistir a una representación teatral, pues creo que tiene mucho mérito la labor de los actores. No es sencillo hacer un papel sin cometer equivocaciones, sin tener errores. Supongo que ellos tratarán de disfrutar de su trabajo metiéndose en el personaje que interpretan, viviéndolo de principio a fin, aunque para cxonseguirlo habrán tenido que esforzarse muchísimo. Por eso creo que tiene un gran mérito y me gusta tanto.
Desde que tuve la primera noticia de que íbamos a visitar el teatro Rialto sentí una gran curiosidad. Personalmente puedo decir que me apasiona, incluso me emociona, asistir a una representación teatral, pues creo que tiene mucho mérito la labor de los actores. No es sencillo hacer un papel sin cometer equivocaciones, sin tener errores. Supongo que ellos tratarán de disfrutar de su trabajo metiéndose en el personaje que interpretan, viviéndolo de principio a fin, aunque para cxonseguirlo habrán tenido que esforzarse muchísimo. Por eso creo que tiene un gran mérito y me gusta tanto.
Cuando llegamos al teatro me llamó mucho la atención un gigantesco cartel en el que se anunciaba la obra Casa de muñeca. En el mismo se podía ver a dos personas, un chico y una chica, que posaban dándose la espalda. Ella, además, se tapaba los ojos, como si no quisiera ver la realidad.
Con una gran curiosidad por mi parte, nos adentramos en el interior del teatro. Comenzamos a subir las escaleras que nos iban a conducir hasta el segundo piso, que era donde se iba a representar la obra. Me sentía inquieta y nerviosa, emocionada porque estaba a punto de empezar y yo tenía muchas ganas de verla.
Cuando por fin entramos en el interior de la sala, pude observar que era pequeña, pero muy acogedora. Estaba compuesta por dos pisos, en los que había pocas filas de butacas. Desde el lugar que yo ocupaba se podía ver el escenacio, de grandes dimensiones, donde se iba a realizar la representación.
Entre otras cosas, había una pecera muy grande en uno de los extremos del escenario. En otro se podía ver una mesa pequeña alrededor de la cual los actores fumaban y bebían. En el centro llamaba la atención un enorme sillón de color rojo sobre el que se sentaban a conversar.
En lo más alto, junto al techo de la sala, un proyecto lanzaba diferentes imágenes y videos que enriquecían el decorado. Del mismo modo aparecían versículos de la Biblia, acompañados de una imagen que mostraba el momento en el que Dios procede a la cración de Eva desde una costilla de Adán.
A modo de resumen, la visita al teatro la calificaría como una experiencia inolvidable y de la que se pueden aprender muchas cosas. Me gustó muchísimo y espero poder repetirla siempre que tenga la oportunidad de hacerlo.
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