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DE CÓMO ME ENCASQUETARON UNA REFLEXIÓN SOBRE LA RETÓRICA

El otro día tuve un problema mientras estuve en la revista del instituto. Mi problema era de lo más común, no se me ocurrían temas sobre los que hablar y redactar un articulo. A raíz de esto un ex-profesor mio de Castellano me propuso buscar información relacionada con la inventio de la retórica antigua. Tras buscar información en Internet, me di cuenta de que ya tenía un tema perfecto del que hablar: Las 5 partes que componen la retórica. Cada situación en la que debemos dar una respuesta y donde lo que prevalece es lo probable más que lo necesario, es una situación retórica. Partiendo de que el problema de las situaciones en el discurso es saber primero qué debemos decir y luego cómo, surgen entonces estas cinco partes que son la Invención, la Disposición, el Estilo, la Memoria y la Acción. Aristóteles define a la retórica como “el arte de encontrar lo que es adecuado en cada caso para persuadir”.


La Invención (Inventio): Trata sobre el modo como encontramos lo que debemos decir o hacer (de hecho su nombre proviene de la palabra invenire, encontrar). En la invención, se usan los tópicos o “topoi” para convencer al receptor del mensaje. Muchas veces nos referimos a lugares comunes peyorativamente, pero en realidad ellos aseguran la comunicación, pues están instaurados en la memoria colectiva. La invención está entonces vinculada al logos, al hallazgo que nos permite asegurar las proposiciones, y se centra más en el estudio de qué debemos decir antes que en el cómo. La invención es el centro de la actividad retórica, pues ahí se genera su núcleo argumentativo.

La Disposición (Dispositio): La disposición trata sobre el orden de las partes, sobre la organización de la cadena de los argumentos que componen una acción, un texto o un discurso. Se vuelve particularmente importante cuando el discurso es extenso, ya que ahí se decide el recorrido que debe seguir el usuario o el lector, y debe ser productivo, significativo y coherente. La disposición fue organizada en torno al discurso oral, y se componía de cuatro partes, el exordio (destinado a abrir el ánimo del público), la narración (relación de hechos), la argumentación y la conclusión o epilogo. La disposición está arreglada para apelar tanto al juicio como a las emociones.

El estilo (Elocutio): Es la investidura que un autor da a su lenguaje para alcanzar sus objetivos. Para un escritor el estilo es la manera en que algo es expresado, el resultado de aspectos tales como la elección de las palabras, el tono del discurso o las decisiones sintácticas. El estilo se define así como el arte de hallar la adecuada expresión de las ideas, pensando ya no sólo en el QUÉ sino en el CÓMO de las formas comunicativas. “Las virtudes del estilo” las cualidades que la elocuencia procura son las siguientes: claridad, grandeza, belleza, rapidez, carácter, sinceridad y fuerza.

La memoria: La cuarta parte de la retórica, la memoria, es una de las partes que más ha sido olvidada en esta teoría con el paso del tiempo. En principio la memoria parece estar ligada únicamente a la actividad mnemotécnica, en la que el orador retiene en la mente su discurso. Sin embargo, el concepto de memoria en la teoría retórica va más allá: refiere a la necesidad que tiene el productor de aprender diversos tópicos que puede usar en cualquier momento. En resumen, es como un depósito de los tópicos que pueden usarse libremente durante el discurso y por tanto la memoria está relacionada con la Invención.

La acción: También conocida como la Actio, la Acción es otra de las cinco partes de la retórica que, junto con la Elocutio, tiene que ver más con el CÓMO que con el QUÉ de la actuación retórica. En la antigüedad se refería a los gestos, formas de vestir o la puesta en escena que utiliza el orador con propósitos persuasivos. 

Resultat d'imatges de CICERÓN NIñO RETÓRICA ANTIGUA

Daniel Pastor Barceló     2º Bchto A

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