CRÍTICA DE CASA DE MUÑECAS
Guillermo Oliván Ortubia 3º ESO B
Primeramente comencemos por el título, se le
hace mención en partes de la obra como cuando la protagonista baila y el marido
la dirige como si fuera una marioneta o
cuando la cogen en brazos, que ella toma
aspecto de muñeca con el cuerpo totalmente rígido y sus ojos sin sentido
dejándose manejar. Esta mujer vive en una mentira a la que ella llama vida perfecta, pero desde el minuto uno
de la obra se nota con claridad la presión que ejerce su marido sobre ella. Vive
únicamente para complacerle en la casa, porque no trabaja. Le controla su forma de vestir, de actuar y de ser.
Ella es totalmente dependiente, vive de las apariencias; y su marido también, porque en la discusión final cambió de quererla matar a perdonarla por el simple hecho de recibir la noticia de que la gente no se ha enterado de lo que ha hecho su mujer. Esa fue la señal para que ella cambiara, se fuera con el ingeniosa frase de me voy a quitar el disfraz y volviera para explicar que ha sido hasta ese momento mujer para un hombre, pero ya iba siendo hora de que fuese mujer por ella misma y disfrutara.
Ella es totalmente dependiente, vive de las apariencias; y su marido también, porque en la discusión final cambió de quererla matar a perdonarla por el simple hecho de recibir la noticia de que la gente no se ha enterado de lo que ha hecho su mujer. Esa fue la señal para que ella cambiara, se fuera con el ingeniosa frase de me voy a quitar el disfraz y volviera para explicar que ha sido hasta ese momento mujer para un hombre, pero ya iba siendo hora de que fuese mujer por ella misma y disfrutara.
La obra me ha sido muy fácil de entender ya que no
tiene un vocabulario complicado que sea
difícil de masticar. Me ha encantado porque es totalmente una superación
y una muestra de que la violencia de género no es solo física, si no también
psicológica.
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